Las dietas sin azúcar añadido se centran en eliminar los azúcares que se agregan a los alimentos y bebidas durante su procesamiento o preparación. Esto incluye azúcares como la sacarosa, la glucosa, la fructosa, los jarabes y otros edulcorantes que no están presentes de forma natural en los alimentos.
Mejora de la salud cardiovascular: Reducir el consumo de azúcar añadido puede disminuir el riesgo de enfermedades cardíacas.
Control del peso: Al evitar los azúcares añadidos, es más fácil mantener un peso saludable y prevenir la obesidad.
Mejora de la salud dental: Menos azúcar significa menos riesgo de caries y otros problemas dentales.
Reducción del riesgo de diabetes tipo 2: Una dieta baja en azúcar añadido puede ayudar a mantener niveles saludables de glucosa en sangre.
Aumento de la energía: Al evitar los picos y caídas de azúcar, se puede mantener un nivel de energía más constante a lo largo del día.
Leer las etiquetas: Muchos productos contienen azúcares añadidos ocultos. Es importante leer las etiquetas y evitar aquellos con ingredientes como jarabe de maíz, dextrosa, maltosa, etc.
Optar por alimentos frescos: Consumir frutas, verduras, carnes magras, pescados, frutos secos y otros alimentos frescos que no contengan azúcares añadidos.
Usar alternativas naturales: Endulzar las comidas y bebidas con alternativas naturales como la estevia o el eritritol.
Preparando tus recetas con productos naturales, sin alimentos refinados, lograrás un bienestar único, mejorarás tu digestión; cambiando de hábitos, podrás llevar una vida saludable. El consumo diario de agua es muy importante, sí, tomar mucha agua, se recomienda 2 litros al día, son una de las tantas recomendaciones que hacen los especialistas, además de mantener…
